El grupo propiedad de Blackstone obtuvo un ebitda de casi 215 millones de euros en el primer semestre.
El grupo español de juego y ocio Cirsa, propiedad desde abril de 2018 del gigante estadounidense Blackstone, cerró el primer semestre con alzas cercanas al 8%, tanto en facturación como en beneficios.
La compañía liderada por Joaquim Agut obtuvo entre enero y junio unos ingresos de explotación de 761,8 millones de euros, un 7,8% más que en el mismo período de 2018, mientras que el ebitda mejoró un 8,2%, hasta 214,7 millones de euros.
Cirsa logró estas cifras después de contabilizar en el segundo trimestre del ejercicio unos ingresos de 382,8 millones y un ebitda de 111,3 millones de euros, lo que supone incrementos interanuales del 6,7% y del 8,3%, respectivamente.
Los resultados anunciados ayer por la empresa con sede en Terrassa (Barcelona) no reflejan todavía el impacto de las operaciones corporativas de los últimos meses, las primeras del grupo con Blackstone como nuevo dueño. Se trata de la compra de Giga Games y del casino de Lloret de Mar (Girona) a Juan Lao -hermano del expropietario de Cirsa- y de la adquisición del 50% de Sportium Apuestas Deportivas a la británica Ladbrokes, donde la empresa española tiene ya el 100%.
De las diferentes áreas de negocio de Cirsa, el grupo destacó ayer especialmente el sensible crecimiento experimentado por sus casinos en el segundo trimestre, con «una mejora generalizada en prácticamente la totalidad de los mercados donde la compañía opera». Cirsa cuenta con unos 150 casinos en los nueve países donde desarrolla su actividad y está reinvirtiendo en sus instalaciones a través del proyecto Habitat, que contempla la remodelación, ampliación y relanzamiento de salas entre 2018 y 2019, con una inversión global que el grupo no ha concretado. En este segmento, Cirsa se ha beneficiado de la incorporación, en 2018, de nuevos casinos en Panamá y República Dominicana.
En máquinas recreativas, la empresa mantuvo la tendencia al alza del primer trimestre, gracias, en parte, al lanzamiento de dos nuevos modelos por parte de B2B-Unedisa, la división industrial de la corporación.
En bingos, los principales vectores de crecimiento en 2019 han sido la remodelación y ampliación de establecimientos en Andalucía y el lanzamiento del bingo electrónico de sala en Cantabria. El negocio de los salones de juego también mejoró, mientras que en apuestas deportivas se produjo un alza de los ingresos coincidiendo con el final de las grandes competiciones.
Por países, España aporta el 43,7% del ebitda del grupo. El segundo mercado por beneficio de explotación es Panamá, con un 20,6% del total; Colombia representa el 13,9%, frente a un 10% de México y un 3,9% de Italia. El 7,9% corresponde a otros países.
En Italia, Cirsa se ha afianzado en el negocio de las máquinas recreativas con premio mediante la compra de un operador del Piamonte que explota 500 tragaperras. Sin embargo, las subidas fiscales del Gobierno han afectado a los beneficios.
El pasado julio, Cirsa colocó bonos por 490 millones para amortizar una emisión anterior -previa a la venta del grupo-, lo que le permitió abaratar costes financieros y alargar vencimientos (ver EXPANSIÓN del 24 de julio).