Los beneficios que el nuevo Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) puede aportar al sector del juego online pueden ser diversos, según han destacado diferentes expertos que han mostrado opiniones divergentes.
Diferentes expertos relacionados con el juego online han celebrado una rueda de prensa para debatir sobre el RGPD que entrará en vigor el próximo 25 de mayo, y se han mostrado contrariados en cuanto a los beneficios que este puede aportar al sector.
López de Torre ha asegurado que «ahora va a ser mucho más difícil» revertir la decisión que tomen los usuarios en cuanto al tratamiento de sus datos personales.
Además, se ha referido al problema que supone la forma en que se estructure el consentimiento expreso de los clientes para la utilización de sus datos.
«Las empresas tienen una presencia física, son un grupo, y van a tener un problema a la hora de coordinar la gestión de las bases de datos de los clientes que comparten», ha afirmado.
Para el jurista experto en economía digital e innovación, Borja Adsuara, aplicar el reglamento «va a ser complicado tanto para las empresas como para la administración», por lo que ha considerado que es necesario «la transparencia y hacer pedagogía».
Sin embargo, cree que el Reglamento General de Protección de Datos será positivo para el sector del juego online porque «va a redundar en una mayor confianza de los usuarios al haber mayor transparencia y seguridad».
Adsuara ha advertido de que el próximo 25 de mayo, día en que entra en vigor el reglamento, «muchas empresas se van a dar cuenta de que tienen muchísimos datos pero no tienen permiso para utilizarlos» y su salida será incumplir el reglamento o bien quebrar, ya que, «de acuerdo a la ley, no pueden utilizar esos datos».
El socio de Digital Business Osborne Clarke, Rafa García del Poyo, coincide con esta visión positiva del reglamento porque supone «una oportunidad de establecer un estándar de tal nivel de cumplimiento» que dará «una mayor tranquilidad».
Para García del Poyo, este reglamento es una toma de posición por parte de la Unión Europea que ha llevado a que el consentimiento de los usuarios pase de un sistema de control a uno de responsabilidad proactiva.
«Los tipos de consentimiento que nos habíamos inventado en España se han acabado, ahora tenemos que explicar a la gente qué vamos a hacer con sus datos», ha añadido.
Por su parte, el subdirector general de regulación de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), Guillermo Olagüe, ha indicado que el rol del regulador de juego en este caso es secundario, dejando paso a la Agencia Española de Protección de Datos.
Como regulador del sector, Olagüe ha destacado su «visión positiva de lo que puede supone esta modificación de la ley de protección de datos».
Asimismo, ha invitado a las empresas del sector a «ser lo suficientemente listas» como para convertir este reglamento en una nueva oportunidad de negocio.
Entre los principales retos a los que se enfrentan las empresas del sector, todos han coincidido en el desarrollo de nuevos sistemas de procedimiento de datos, un sistema de alertas que avise de las infracción o violaciones de datos, la necesidad de tener en cuenta la privacidad de los usuarios desde la fase inicial del diseño y la incorporación de una figura de delegado de protección de datos (DPO).
Según datos de la Asociación Internacional de Privacidad Profesional (IAPP), aportados por los expertos durante las intervenciones, las medianas empresas gastarán de media unos 550.000 dólares (443.942 euros) para garantizar el cumplimiento de la nueva normativa.
Por su parte, las empresas más grandes del mundo del ranking Fortune 500 gastarán en conjunto unos 7.200 millones de dólares (5.811 millones de euros) para la implementación del RGPD.