El Gobierno francés anunció ayer que prepara la privatización de la sociedad Aéroports de Paris (ADP), que gestiona los aeropuertos ParisCharles de Gaulle y ParisOrly, así como la compañía Française des Jeux (FDJ), sin precisar el límite de la privatización.
Una fuente próxima al ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, indicó ayer que la privatización de ADP“ está tomada desde hace mucho tiempo” y cuenta con el indudable interés de los bancos de inversión.
El Estado francés posee una participación del 50,6% en el capital de esta sociedad muy codiciada por los grandes grupos internacionales de infraestructuras.
Ayer, sin embargo, nadie estaba en condiciones de afirmar cuál iba a ser la participación de
la que se iba a desprender el Estado francés. De hecho, fuentes próximas al Gobierno indicaron que este no se ha fijado plazos ni límites accionariales para contar con un mínimo margen de maniobra en los próximos meses. En este aspecto, la política del Gobierno que dirige Emmanuel Macron avanza con menos rapidez de la que los medios financieros que tanto han loado al político le habían reclamado.
En cualquier caso, está previsto que en un primer momento se elabore una ley que permita rebasar por abajo el 50% de participación estatal para después desarrollar la venta exacta. Francia es uno de los países en los que el sector público está presente en sectores clave de la economía. La presencia estatal es importante en ámbitos como el de la energía e incluso tiene capacidad para incidir en la industria de la automoción, donde cuenta todavía con una participación significativa.
Encuanto a FDJ, el Estado controla el 72% del capital. Según una fuente próxima a esta compañía que gestiona las loterías francesas, el Estado podría rebajar su presencia en ella hasta el 25% con una salida a bolsa. En este caso, sin embargo, la hipótesis más previsible es lanzar una oferta pública de acciones (OPI) en la que espera una gran afluencia del gran público, en una muestra poco habitual en Francia de capitalismo popular. Sin embargo, también ahí la prudencia es extrema. “Estamos reflexionando en
abrir el capital de la FDJ, pero conservando el monopolio”, reconoció en Sud Radio el ministro de Cuentas Públicas, Gérald Darmanin.