El sector tocó suelo el pasado mes de febrero con una caída de los ingresos del 56%.
La hostelería empieza a ver la luz al final del túnel. Aunque el sector sigue notando todavía los estragos de la pandemia y de las restricciones aprobadas para frenar los contagios -en los dos primeros meses del año sus ingresos se han reducido una media del 61,6% y su plantilla ha descendido un 17,5%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE)-, el punto de inflexión está ya un paso.
Si se tiene en cuenta solo la restauración y se descuentan los servicios de alojamiento, la caída de las ventas se ha ido agudizando en los últimos meses. En diciembre del año pasado fue del 45,7%, en enero del 53,3% y en febrero del 56%. Los datos de marzo aún no son públicos, pero teniendo en cuenta el efecto calendario por la Semana Santa y que el año pasado hubo en el mismo mes casi tres semanas de cierre total, las cifras empezarán ya, sin embargo, a ser positivas.
A partir de ahora, en cualquier caso, tal y como recuerdan en la patronal Hostelería de España, lo importante no es la comparativa con 2020 sino con 2019 ya que hubo casi tres meses de confinamiento. Y la clave está en que por primera vez en mucho tiempo las perspectivas son algo más optimistas.
“Nuestra previsión es que si la vacunación avanza a buen ritmo y el pasaporte sanitario funciona y permite la llegada de turistas a nuestro país en verano la caída de ingresos se reducirá de forma significativa y podremos recuperar hasta el 80% del negocio que tuvimos hace dos años”, explican en la patronal de los hosteleros. Y todo ello será posible a pesar de que en el último año se han perdido un total 85.000 establecimientos, casi un tercio de los que había en total, lo que ha supuesto, además, la destrucción de 300.000 puestos de trabajo.
De hecho, el empleo sigue siendo el gran quebradero de cabeza. Y es que pese a los indicios de recuperación, Hostelería de España calcula que una gran parte de los 364.000 empleados del sector que a cierre de marzo se encontraban todavía en un Erte acabarán engrosando las listas del paro debido al impacto de la crisis sanitaria en el sector.
Así lo avanzó de hecho el presidente de la entidad, José Luis Yzuel, quien explicó en el Congreso de los Diputados que “miles de empresas están pensando en cómo cerrar ordenadamente”, lo que provocará que “mucha gente que está en Erte pase al paro sí o sí”.
El presidente de la patronal lamenta igualmente que las ayudas directas anunciadas por el Gobierno a mediados de marzo -dotadas inicialmente con 7.000 millones de euros- no se hayan puesto ya en marcha ante la magnitud de la crisis. Hasta ahora, el ocio nocturno, la alta gastronomía y las empresas especializadas en bodas, bautizos y comuniones como los tres subsectores más afectados dentro del sector. Sobre esos últimos, Yzuel ha criticado que a quince días de que den comienzo la mayoría de las comuniones, en muchas comunidades autónomas “no se sepa todavía si se pueden celebrar o no”.
“Han llegado a limitar los aforos a 10, 20 ó 30 personas en sitios con capacidad para albergar a más de 400 personas. Si el aforo se limitase al 30 %, se podría dar de comer a 150 personas… Es una situación gravísima, los que toman medidas sanitarias muestran cero empatía”, lamenta el presidente de los hosteleros. La llegada en verano de los turistas resulta por todo ello fundamental para la recuperación del mercado.
Y en este sentido, el certificado de vacunación europeo jugará un papel importante no solo en la reapertura, sino sobre. todo para salvar la temporada veraniega. El Parlamento Europeo adoptó este jueves su posición sobre la propuesta, que ahora deberá negociar con los Estados miembros de manera urgente para que el certificado quede aprobado en junio. El documento informará si una persona ha sido vacunada, si ha superado el Covid- 19 o si ha superado una prueba del virus (PCR o antígenos).
Los eurodiputados discrepan de la posición de los países, y de la propuesta original de la Comisión sobre todo en un par de puntos. Piden que los países no puedan imponer cuarentenas o pruebas adicionales a quienes posean el certificado, una posibilidad que ofrece el borrador comunitario y apoyaron las capitales. Además, piden que las pruebas del virus sean gratuitas, para que no haya discriminación entre quienes han recibido una vacuna sin coste y el resto de ciudadanos.
En paralelo a la negociación legislativa, que ahora empezará entre la Eurocámara y el Consejo (los Estados miembros), los Gobiernos de los 27 ya han acordado los requerimientos técnicos para la puesta en marcha del certificado, que deberá ser puesto en marcha en cada país antes del verano.
Las previsiones en el sector turístico no son de todas formas demasiado positivas. El sector que había previsto en enero una caída de la facturación de 58.118 millones de euros (un 37,6% menos respecto al 2019), ha elevado ahora esa cifra a 73.407 millones, lo que implicaría una caída del 47,5%.