El sector ha subido los precios un 4,8% en dos años para hacer frente a la caída del tráfico. El ‘delivery’ supuso el 10% de la facturación en el primer semestre
La pandemia ha provocado la desaparición del 14% de los puntos de venta de hostelería en España. No obstante, mientras que la restauración organizada (McDonald’s, Burger King, Telepizza y el resto de cadenas ) suma en la actualidad 15.414 establecimientos, un 0,5% más que antes del Covid, los negocios independientes (bares, cafeterías o restaurantes) han absorbido todo el impacto de los cierres, reduciendo su número hasta los 246.465 locales, un 15% menos, según los datos que presentó ayer UVE Solutions en el Horeca Day organizado por Aecoc.
La jornada, que reunió a las principales empresas de análisis de este mercado, sirvió para poner números al impacto de la crisis de la hostelería. “Antes del Covid cerraban el 1% de los locales existentes cada mes, pero desde el estado de alarma lo hace el 2% y la tasa de aperturas sigue un 50% por debajo de la que había antes de la pandemia”, señaló Xavier Mallol, consejero delegado de Delectatech.
Su previsión es que, pese a la recuperación de la actividad, el número de cierres siga aumentando. “El problema ya no es la liquidez, sino la deuda. Habrá que ver cuántos negocios pueden devolver los créditos que han recibido”, señaló.
“De las cerca de 320.000 empresas que tenía el sector en 2019, unas 85.000 –el 26%– han cerrado ya o se encuentran en una situación muy complicada. Eso supone más que duplicar la tasa de cierres que se producían en un año normal por la pandemia”, explicó Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España.
Esta asociación considera que el sector vivirá “dos años de guerra”, ya que su previsión es una recuperación total de la actividad a partir de febrero de 2022. No obstante, alertó ayer del “enorme efecto dañino que va a tener la subida del salario mínimo para el sector” en un contexto como el actual.
En este sentido, Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab, la patronal de las empresas de alimentación y bebidas, también apuntó a 2022 como “el año de la recuperación”, pero le mandó un mensaje al Gobierno al señalar que “los impuestos pueden ser una barrera a la recuperación. Ya sean verdes, saludables o cómo los llames, van directos al bolsillo del consumidor. El foco debería estar en reducir el gasto y no en subir impuestos”, dijo.
Dentro de las grandes tendencias que rodean al sector, el delivery sigue siendo la más potente. Su peso sobre el total del foodservice ha pasado del 4,1% al 9,7% en valor entre 2019 y el primer semestre de 2021, según los datos de NPD.
“Ha crecido en todos los canales. Si en la comida rápida ha pasado del 8,6% al 15,7% del negocio, en los restaurantes más tradicionales se ha disparado del 0,9% al 5,2%”, afirma Edurne Uranga, directora de Foodservice de NPD.
Los datos de esta consultora muestran que el peso de este canal apenas ha bajado con la reducción de las restricciones y, además, el delivery está expandiendo su radio de acción. “El 70% del gasto ya no es pizza, ni comida china, ni se produce de noche. Y el 17% del crecimiento de este negocio sigue llegando de gente que antes no pedía comida a domicilio y ahora está empezando a hacerlo”, indicó Uranga.
Otras tendencias que siguen al alza, al menos hasta el final del verano, han sido las terrazas, los desayunos y el crecimiento del ticket medio, que compensa las caídas de visitas. En julio, la facturación de las cadenas organizadas ya sólo estuvo un 1% por debajo de la de 2019, explicó Carlos Pérez Tenorio, presidente de Marcas de Restauración, que vaticinó una “Navidad excepcionalmente buena”.
El cliente está consumiendo más en cada visita, pero además el sector ha subido los precios un 4,8% en dos años. Las tapas –y todo el consumo ligado a compartir la comida– así como el menú del día siguen en cambio en crisis.