El dinero gastado en nuestro país en juegos en línea, casinos y apuestas superó los 35.000 millones de euros durante el año pasado, lo que se traduce en un 3,5% del producto interior bruto nacional y se equipara con el objetivo de déficit en las cuentas públicas. Esta actividad, además da empleo directo a más de 80.000 personas en nuestro país y supone una importante fuente de recaudación para el ministerio de Hacienda.
Con 5.000 millones de euros invertidos anualmente en esta modalidad, las apuestas deportivas se han convertido en el motor del sector del juego en España, aunque lejos de los niveles que alcanzan en países como Inglaterra. En 2016 casi dos millones de adultos se decantaron en España por esta modalidad de juego; un 5,1% de la población adulta, frente al 3,8% de 2015.
Así lo asegura un estudio de la Fundación Codere y en este porcentaje se incluye desde loterías a apuestas, quinielas, casinos y otras modalidades. Codere también destaca que el número de jugadores online creció en 100.000 personas en 2016, hasta los 1,38 millones de personas, lo que supone un 3,6% de la población de entre 18 y 75 años en España. El jugador online es mayoritariamente masculino (83,3%), joven (el 86,8% es menor de 45 años) y con un estatus social medio-alto.
Hoy en día, la industria española de juegos de azar está en auge. Nuestro país cuenta con más de sesenta casinos y siete hipódromos, junto con más de un cuarto de millón de máquinas de juego y numerosas plataformas en Internet donde se juega y se apuesta. Curiosamente, y a pesar de la pasión que despiertan, algunos juegos de azar como las máquinas tragaperras y otros tipos similares no se legalizaron hasta 1981.
5. El juego y las apuestas en Internet son totalmente legales
Hasta hace unos años no existía un marco legal específico que regulara el juego en línea. A partir de 2002, el gobierno español comenzó a avanzar hacia la regulación y legalización de los juegos de azar en Internet, culminando con la Ley 13/2011 de Juegos de Azar, que finalmente ha creado un marco para los operadores de licencias. La ley entró en vigor en junio de 2012 y más de 70 operadores han obtenido una licencia desde entonces.
La entrada en vigor de la Ley 13/2011 supuso la legalización de las grandes modalidades del juego en Internet, como el póker, las apuestas deportivas y los bingos, pero no ocurrió así con las tragaperras digitales y las apuestas cruzadas, que quedaron sumidas en una especie de limbo. Es por ello que, en 2014, los legisladores decidieron cambiar la regulación e introdujeron oficialmente estas dos opciones a finales de julio. Debido a este cambio legal, actualmente hay una gran variedad de operadores que ofrecen miles de juegos de casino en Internet en España, como la ruleta, el blackjack, el bingo o a los tragaperras.
Para que las nuevas tecnologías y plataformas no pudieran seguir aprovechándose del vacío legal que reinaba en el sector, el Gobierno decidió establecer la creación de la Dirección General de Ordenación del Juego, a través de su Ministerio de Economía y Hacienda, que regula este sector y fija el porcentaje de los beneficios que deberán revertir en el conjunto de los españoles a través de recaudación de impuestos. Asimismo, la DGOJ, establece los requisitos técnicos y funcionales necesarios, tramita las solicitudes de títulos habilitantes para el ejercicio de actividades de juego, e impone las sanciones correspondientes.