Pese a que Gobierno y Podemos pactaron aplicarle de forma urgente una normativa similar a la del tabaco, el sector sigue en un vacío legal
El Gobierno y Unidos Podemos sellaron en octubre un acuerdo de cara a que la formación de Pablo Iglesias apoye los Presupuestos Generales del Estado para 2019. En el penúltimo apartado se estableció como condición que se aprobara una «regulación de la publicidad del juego de azar y apuesta en línea de ámbito estatal similar a la de los productos del tabaco». La norma, que lleva un retraso de cerca de siete años para su aprobación, todavía no ha visto la luz.
«Es urgente y obligatorio que los Gobiernos actuemos para poder desarrollar estas medidas», expresaba la Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la sesión del pleno del Congreso celebrada el 17 de octubre. Tres meses después, Montero aseguraba en La Sexta que en las «próximas semanas» se conocería el decreto que regularía la publicidad del sector y que éste se tramitará en el primer semestre de 2018. Esta norma forma parte del desarrollo de la Ley 3/2011 de regulación del juego, por la que se legalizó el juego en internet.
La equiparación con el alcohol o el tabaco «es un órdago a la grande», reconocen desde la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR). Aunque el objetivo plasmado en la propuesta sería la mejor noticia para este colectivo, su director técnico, Juan Lamas, considera que lo urgente es aprobar y aplicar una normativa sobre la que posteriormente puedan introducirse cambios más ambiciosos. «En estos momentos hay un vacío legal», advierte.
La competencia en la web es del Estado, por dirigirse a todo el territorio, mientras que las comunidades autónomas tienen potestad en otras cuestiones, como la proliferación de casas de apuestas en los barrios con rentas más bajas de las ciudades.
El documento lleva en proceso de elaboración desde 2015, cuatro años después de la publicación de la ley, cuando se conoció el primer proyecto de real decreto de comunicaciones comerciales del juego, que finalmente no fue aprobado. La Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) presentó otra propuesta en noviembre de 2017. A día de hoy, no existe texto aprobado que ponga coto a las prácticas publicitarias de las casas de apuestas, aunque el Gobierno elabora una versión que ya está «bastante avanzada», según indican desde el Ministerio.
«Asistimos con preocupación a la proliferación del juego on line y hay que regular la publicidad y las condiciones de acceso del público para que los menores no puedan entrar», añaden. Desde el grupo Unidos Podemos en el Congreso aseguran que no tienen novedades que puedan avanzar.
Los datos explican la urgencia. Desde el año 2013, el gasto publicitario de los operadores del juego en línea ha crecido en proporción similar al número de jugadores activos: prácticamente se han triplicado. La publicidad no es el único factor que puede motivar el incremento de jugadores, entre otros está también la proliferación de nuevas modalidades de juego que ofrecen rápidas recompensas.
Existe un fenómeno estacional en el mercado. Los meses de verano son menos prolíficos, salvo excepciones como que se dispute el Mundial de Fútbol, mientras que durante el invierno crecen usuarios e inversión publicitaria. Aunque el acuerdo entre Gobierno y Unidos Podemos es de octubre, la época de mayor consumo ha transcurrido sin una norma consolidada.
Según se extrae del análisis de las formas de captación en la red, los bonos han sido los que han experimentado un mayor aumento, especialmente a partir de 2016. En el tercer trimestre de 2013 la inversión ascendía a 7,6 millones, muy por debajo de los 28,5 millones en el mismo periodo de 2018. Estas fórmulas quedarían suprimidas si se tuviera en cuenta el acuerdo alcanzado en el Congreso el pasado 23 de octubre, en la moción planteada por el grupo Unidos Podemos.
Ya en marzo de 2017, Ciudadanos planteó una proposición no de ley para legislar la publicidad del juego en este sentido, en cuya justificación el diputado Miguel Ángel Gutiérrez recordaba que «la regulación del juego establece la necesidad de que se regule reglamentariamente la publicidad de este tipo de actividades, no dejándose únicamente limitada por la aplicación de un Código de Conducta ético y sin valor normativo».
Entre tanto, las cantidades jugadas en las modalidades on line viven un ascenso imparable. Las apuestas deportivas son las que mayor cantidad de dinero recaudan, especialmente aquéllas que se realizan en directo. Sumadas a las convencionales, quienes juegan apostaron más de 19.000 millones de euros entre 2015 y septiembre de 2018, según los datos de la DGOJ.
Sin embargo, el mayor ascenso lo ha vivido la modalidad de máquinas de azar. Si en septiembre de 2015 se jugaban 58,6 millones de euros en esta modalidad, el último dato disponible del mismo mes de 2018 asciende a 314 millones, cinco veces por encima.